Caso De Éxito #6: Howard Schultz (Ex CEO de Starbucks)
El nacimiento de una visión: Howard Schultz y el camino hacia la transformación de Starbucks
¿Eres un apasionado del café? Estoy seguro que alguna vez te has tomado un café de un Starbucks. ¿Te has preguntado quién está detrás de esta cadena de cafeterías que se ha convertido en la más grande del mundo? La respuesta es Howard Schultz, un visionario empresario que transformó una pequeña cafetería en una potencia global. Pero, ¿Cómo comenzó todo?
Howard Schultz es un nombre que resuena en el mundo empresarial, y por buenas razones. ¿Qué tienen en común personas como él? No son solo emprendedores; son visionarios que han transformado industrias enteras. Schultz, el ex presidente de Starbucks, es un ejemplo perfecto
Hoy en día, la fortuna de Schultz asciende a 3.7 mil millones de dólares, según Forbes. Sin embargo, sus comienzos fueron modestos. Nacido en 1953 en un barrio difícil de Brooklyn, Nueva York. Su madre trabajaba como recepcionista y su padre equilibraba múltiples trabajos para llegar a fin de mes.
La vida de la familia Schultz dio un giro dramático cuando Howard tenía solo 7 años. Su padre perdió su trabajo como repartidor después de romperse el tobillo. Con escasos recursos y enfrentando dificultades financieras, la familia luchó por sobrevivir.
Este desafiante episodio dejó una profunda impresión en la mente de Howard, quien estaba decidido a superar las adversidades. Trabajó a tiempo parcial mientras estudiaba, graduándose en Comunicación en 1975 en la North Michigan University.
Acompáñanos mientras exploramos cómo este emprendedor transformó una pequeña cafetería en una de las marcas más icónicas del mundo.
Empecemos…
Los orígenes de Howard Schultz
Howard Schultz nació el 19 de julio de 1953 en Brooklyn, Nueva York, en el seno de una familia judía de escasos recursos. Cuando tenía 7 años, su padre, quien trabajaba como camionero transportando pañales, sufrió una lesión en el tobillo que lo dejó sin trabajo y sin ingresos, ya que carecía de seguro médico o compensación laboral. Este incidente marcó un momento difícil para la familia Schultz, que luchó por salir adelante.
Durante su tiempo en la escuela, Schultz encontró en el fútbol americano una vía para superar sus dificultades económicas. Sin embargo, su sueño de obtener una beca deportiva para estudiar en la universidad no se concretó. Para financiar sus estudios en la Universidad de Northern Michigan, tuvo que recurrir a préstamos estudiantiles, trabajos a tiempo parcial e incluso a la venta de su propia sangre (rumores).
Tras graduarse en 1975, Schultz pasó un tiempo trabajando en una estación de esquí en Michigan antes de encontrar una oportunidad laboral en Xerox. Allí, adquirió experiencia en ventas por teléfono y en la presentación de procesadores de texto en la ciudad de Nueva York. Sin embargo, aunque el trabajo en Xerox le proporcionaba estabilidad, Schultz sentía que le faltaba algo más significativo.
Finalmente, decidió dar un paso audaz y aceptó un puesto en Hammarsplast, una empresa de artículos para el hogar propiedad de Perstor, una compañía sueca. En Hammarsplast, Schultz ascendió rápidamente en la jerarquía de la empresa, pasando de vicepresidente a director general, liderando un equipo de ventas en la oficina de Estados Unidos en Nueva York.
El día que Howard Schultz conoció a Starbucks
Fue en Hammarplast donde Howard Schultz se topó por primera vez con Starbucks. La empresa de café tenía una tienda en Seattle y era cliente de la compañía para la que trabajaba Schultz. Cuando Schultz viajó a visitarlos, quedó intrigado por el inusual número de cafeteras de ese lugar y la clientela que entraba y salía de ese comercio.
Decidió reunirse con los propietarios de la empresa en ese entonces: Gerald Baldwin, Zev Siegl y Gordon Bowker. Quedó sorprendido por la pasión de los socios y su valentía al vender un producto que solo atraía a un pequeño nicho de entusiastas amantes del café. Baldwin, Siegl y Bowker, inspirados por el empresario cafetero Alfred Peet, habían abierto su primera tienda Starbucks en 1971, inicialmente dedicada exclusivamente a la venta de granos y máquinas de café.
En 1982, Schultz, entonces un joven de 29 años, convenció a Baldwin para que lo contratara como director de ventas y marketing. En aquel entonces, Starbucks tenía solo tres tiendas. La carrera de Schultz y el destino de Starbucks tomaron un giro significativo cuando la empresa lo envió a una feria internacional de artículos para el hogar en Milán, Italia. Mientras exploraba la ciudad, quedó impresionado por las numerosas cafeterías de espresso donde los propietarios conocían a los clientes por su nombre y servían bebidas calientes como cappuccino y café latte. Fue entonces cuando Schultz tuvo una verdadera revelación sobre la relación personal que las personas podían tener con el café.
Al regresar a Estados Unidos, Schultz compartió emocionado sus ideas con Bowker, Siegl y Baldwin sobre crear una experiencia para los amantes del café similar a la italiana, pero estos no estuvieron de acuerdo, ya que creían que desviaba el objetivo original de la empresa y que el café era algo que debía prepararse en casa.
Frustrado por la falta de visión de los empresarios, Schultz decidió dejar Starbucks en 1985 para lanzar su propia empresa de café: Il Giornale (que significa «periódico» en italiano). Para que Il Giornale despegara, tuvo que recaudar más de $1.6 millones de dólares y pasó dos años completamente enfocado en su idea de abrir tiendas que imitaran la cultura del café que había visto en Italia.
Estas tiendas ofrecían helado además de café, tenían cómodos asientos, música de ópera de fondo y buscaban crear una atmósfera agradable para compartir con amigos o hacer negocios. El concepto de Il Giornale resultó ser un éxito, atrayendo a amantes del café y convirtiéndose en un punto de encuentro ideal para aquellos que necesitaban un lugar tranquilo para reunirse.
La Evolución de Starbucks: De Humilde Cafetería a Gigante Multimillonario
En agosto de 1987, Howard Schultz adquirió Starbucks por $3.8 millones de dólares y asumió el cargo de director ejecutivo. En ese momento, la empresa contaba con seis tiendas en Estados Unidos.
Bajo su liderazgo, Starbucks experimentó cambios significativos y comenzó una expansión vertiginosa. Schultz redefinió el modelo de negocio de las tiendas, centrándose en crear experiencias memorables para los clientes, lo que marcó el comienzo de una nueva era para la compañía. En 1992, Starbucks comenzó a cotizar en NASDAQ, mientras que el número de tiendas aumentó a 65, generando ingresos por más de $93 millones de dólares ese año.
Para el año 2000, Starbucks se había convertido en un negocio global con más de 3.500 tiendas en todo el mundo y generando ingresos anuales de $2.200 millones de dólares. Este éxito hizo de Howard Schultz un multimillonario y lo llevó a comprar los «Seattle Supersonics» por $200 millones de dólares en 2001, aunque esta inversión se volvió amarga cuando surgieron problemas con los jugadores, y eventualmente vendió el equipo en 2006
En 2008, Starbucks enfrentó desafíos en su dirección internacional, lo que llevó a Schultz a cerrar temporalmente 7.100 tiendas en Estados Unidos para reentrenar a los empleados en la preparación del café. Durante los siguientes dos años, lideró una serie de cambios radicales que triplicaron los beneficios de Starbucks, pasando de $315 millones de dólares en 2008 a más de $945 millones de dólares en 2010. Entre estos cambios, se comprometió a contratar a 10.000 veteranos militares y sus cónyuges para 2018, y más recientemente anunció que Starbucks pagaría la matrícula universitaria de sus trabajadores.
A lo largo de su carrera, Schultz ha priorizado a sus empleados, a quienes llama «socios», inspirado por la experiencia de su padre en el trabajo. Ofrece a los empleados, incluidos los de medio tiempo, un seguro médico completo y opciones de compra de acciones.
Hoy en día, Starbucks se destaca como una de las cadenas de cafeterías más grandes del mundo, con más de 21.000 tiendas en 65 países y ventas anuales que superan los $16.000 millones de dólares. Por su parte, Howard Schultz figura entre las personas más ricas del mundo, con un patrimonio neto de más de $3.000 millones de dólares.
Conclusiones que podemos sacar de todo esto:
La historia de Howard Schultz y Starbucks ofrece varias conclusiones importantes:
1. Determinación y perseverancia: Schultz enfrentó numerosos desafíos y obstáculos a lo largo de su vida y carrera, desde una infancia marcada por la dificultad económica hasta la transformación de una pequeña cafetería en una empresa multinacional. Su determinación y capacidad para perseverar en tiempos difíciles son ejemplos inspiradores para cualquier emprendedor.
2. Enfoque en la experiencia del cliente: Schultz revolucionó el modelo de negocio de Starbucks al centrarse en la creación de experiencias significativas para los clientes. Esta atención al servicio al cliente y la calidad del producto fue fundamental para el éxito y crecimiento de la empresa.
3. Importancia de la responsabilidad social corporativa: Schultz demostró un compromiso firme con sus empleados al proporcionarles beneficios como seguro médico completo y opciones de compra de acciones, así como al invertir en programas de capacitación y desarrollo. A
4. Aprender de los fracasos: Aunque Schultz experimentó algunos contratiempos, como la compra y venta de los Seattle Supersonics, aprendió de estas experiencias y continuó innovando y liderando cambios en Starbucks. Esto subraya la importancia de aprender de los fracasos y usarlos como oportunidades de crecimiento.